Me hubiese gustado que la primera palabra que dijera fuera Papá. Incluso - aunque con un poco de envidia - que hubiese sido mamá. Pero Martí es muy diplomático y para no crear roces se ha metido en otra vereda. La palabra en cuestión es algo así como aquí o ahí pero sin decir la q ni la h intercalada, por supuesto. Suena como "aaí". Y de dónde viene la paternal deducción de que ese sonido es una palabra y no un gritito cualquiera. Pues de que tiene intención, és comunicativa. Sólo hay que preguntarle "On està l'ocellet?" a lo que el alargando su bracito señala la pegatina del pájaro que decora su habitación y dice aaí.
Se me cae la baba, que niño más espavilado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario