La sonrisa desdentada de un bebé es preciosa. También lo es cuando asoman dos dientecitos blancos en las encías inferiores. No es que fuera nada preocupante, aunque sí pensábamos eso de cuándo saldran. Pues con once meses Martí estrena dientes y con ellos sus ratitos de cabreos, dolores y un poco de babas.
Parece que ahora tienen prisa para llegar a la foto del primer cumpleaños. En fin, a morder se ha dicho!
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