lunes, febrero 16, 2009

La primera vez que lo noto

Fue hace unos días. Estábamos en la cama, apuntito de dormir. Como siempre un poco de conversación, unas caricias en la barriga y algún que otro beso. Lorena me dijo: aquí! y obediente moví mi mano y pum! un golpecito suave. Su madre me lleva mucha ventaja. Yo era la primera vez que lo notaba. Ya sé que està ahí dentro, que va creciendo, - y por lo que he leído- que se chupa el dedo, que se da vueltas y que hasta tiene hipo. Que les estan creciendo las uñas, que tiene pelo, pestañas y ya puede oír. Es el misterio de la vida dentro del útero. Pero cuando lo notas eres más consciente, vuelves a confirmar que está allí. Nuestro bebé, mi tesoro.
Aún así a veces comentamos que no sabemos lo que se nos avencina. Que no somos suficientemente conscientes. Que no nos daremos cuenta hasta que le tengamos en brazos, le oigamos llorar, lo veamos con nuestros propios ojos, le podamos llenar de besos.

domingo, febrero 08, 2009

Preparando el terreno


El tiempo pasa y aunque todavía quedan tres meses, hay que ir dejando cositas acabadas para que luego no se nos eche la presión encima. Es eso de sin prisa pero sin calma (o algo así).
La semana pasada compramos el carrito. Maldita la broma que hizo sacar humo a la Visa. 3 en 1. Capazo, sillita y pieza para el coche. El precio no se dice. Ya tenemos vehículo para pasear al Martí por donde queramos.
Este finde rasca que rasca hemos desempapelado la pared donde habitará nuestro peque. Todavía queda mucho por hacer porque tras el papel se esconden grietas, humedades y algún que otro hongo tan grande como un champiñón. Nada que un poco de yeso, una buena dosis de masilla y una gruesa capa de pintura no puedan tapar. Si no, siempre nos queda la opción de poner un armario o un cuadro gigante que tape el apaño.