jueves, agosto 28, 2008

SICILIA III. La bella Siracusa













































En el extremo suroriental de la isla se encuentra Siracusa y unida a ella la isla de Ortigia. Allí estaba nuestro hotel, Des estrangers et Miramar, un antiguo palacio. En los 8 minutos que tardamos en dejar las maletas y presentar-nos en recepción nos ganamos una multa. Casum l'olla!
Estuvimos paseando por la ciudad, acalorados bajo un sol de justicia. Por la noche, la ciudad se tornaba efervescente y bares y restaurantes aparecían por todas la callejuelas. Las dos noches el mismo menú: fruta i galletas. El sábado nos acercamos a las ruinas griegas. Un teatro y la cueva conocida como la oreja de Dionisio. Seguimos la ruta entre el templo de la Lágrima, el museo arqueológico y las farmacias. Teníamos tiempo y decididos acercarnos a Noto. Aquello parecía el infierno. El corte de digestión al salir del restaurante no nos permitió gozar del barroco. A 45ºC a quién le interesa el arte. No podíamos más, necesitábamos una playa donde refrescar nuestro cuerpo y nos fuimos con el coche hasta l'Arenella. Allí, después de un buen baño en aguas transparentes, pude demostrar mis dotes de escultor ganando alguna fan (de 4 años claro).
A la mañana siguiente nuestro destino tendría nombre de volcán: el Etna.

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