viernes, septiembre 26, 2008

Venti-diez: la entrada en la 3ª década

Ya suman veinti-diez los años que me caen encima. Ya asoma la cabeza el tres, una cifra que no me da grima. 26 de septiembre de 1978. Entonces nací, el quinto de los siete que llegaríamos a ser. (Equipo de futbol sala con suplentes). Bendita paciència y generosidad de mis padres.
Con la esperanza que trajera un poco de paz y calma a la locura diaria de mis hermanos mayores me bautizaron PAU, dichoso nombre, al que no sé si jamás hice honor. Bueno, al menos no cuando era pequeñito. Añado el diminutivo porque siempre he sido pequeño y es fácil confundirse.
Ahora, al entrar en la 3ª década, cuando todavía conservo la melena y alguna cana se esconde entre mis greñas, cuando llevo casi dos años felizmente casado, cuando sigo trabajando de profe pero ahora funcionario, cuando me continuan gustando la gente, la fiesta, las risas, las bromas, bailar... y todo lo que me ha gustado hasta ahora, doy gracias a Dios por haberme regalado esta vida tan genial, tan llena de amor, de amigos, de una familia inmejorable, de una mujer increible, de tantas cosas que no soy consciente.
Tambien gracias a todos los que en algun momento os habeis cruzado en mi vida.

domingo, septiembre 14, 2008

SICILIA IV. De paso por Catania y Taormina la fashion.





Dejamos atrás la humareda del vulcano y proseguimos ruta hacia Catania. Después del algun lío de calles y peligrosas infracciones no intencionadas llegamos a la ciudad, que la verdad se a dicha, no era una maravilla. Comimos de lo lindo, eso sí: arroz negro y fideos con marisco. Luego visitamos el centro histórico entre iglesias renacentistas y barrocas. El calor nos atacaba de nuevo y decidimos seguir avanzando rumbo a Taormina.
Todavía no los sabíamos, pero ese pueblo enclavado en la montaña frente al mar, de apariencia tranquila, escondía dentro de sí un "pijerío macarrónico" que superpoblaba su calle principal de tiendas fashion muy caras y de sicilianos/as con pasta y un más que probable cáncer de piel. Seguramente algunos eran guapos/as pero se escondían tras unas gafulas Ray-Ban estilo mosca tse-tse, vestiditos de punta en blanco y camisas cuellolargo; debe ser una vestimenta de carácter popular y con gran tradición pues casi todos la llevan.
A pesar de eso encontramos rincones preciosos, nos entretuvimos horas con los pintores de la calle, visitamos el teatro griego y también supimos escaparnos a la "soledad"(je, je) de les Gole d'Alcantara, a playas de agua cristalina y guijarros y acabar de bronceranos antes de retornar a Barcelona en un avión plagado de siciliani que tenían como principal objetivo arrasar en Salou i Lloret de Mar.