martes, septiembre 30, 2008
viernes, septiembre 26, 2008
Venti-diez: la entrada en la 3ª década
Ya suman veinti-diez los años que me caen encima. Ya asoma la cabeza el tres, una cifra que no me da grima. 26 de septiembre de 1978. Entonces nací, el quinto de los siete que llegaríamos a ser. (Equipo de futbol sala con suplentes). Bendita paciència y generosidad de mis padres.
Con la esperanza que trajera un poco de paz y calma a la locura diaria de mis hermanos mayores me bautizaron PAU, dichoso nombre, al que no sé si jamás hice honor. Bueno, al menos no cuando era pequeñito. Añado el diminutivo porque siempre he sido pequeño y es fácil confundirse.
Ahora, al entrar en la 3ª década, cuando todavía conservo la melena y alguna cana se esconde entre mis greñas, cuando llevo casi dos años felizmente casado, cuando sigo trabajando de profe pero ahora funcionario, cuando me continuan gustando la gente, la fiesta, las risas, las bromas, bailar... y todo lo que me ha gustado hasta ahora, doy gracias a Dios por haberme regalado esta vida tan genial, tan llena de amor, de amigos, de una familia inmejorable, de una mujer increible, de tantas cosas que no soy consciente.
Tambien gracias a todos los que en algun momento os habeis cruzado en mi vida.
Con la esperanza que trajera un poco de paz y calma a la locura diaria de mis hermanos mayores me bautizaron PAU, dichoso nombre, al que no sé si jamás hice honor. Bueno, al menos no cuando era pequeñito. Añado el diminutivo porque siempre he sido pequeño y es fácil confundirse.
Ahora, al entrar en la 3ª década, cuando todavía conservo la melena y alguna cana se esconde entre mis greñas, cuando llevo casi dos años felizmente casado, cuando sigo trabajando de profe pero ahora funcionario, cuando me continuan gustando la gente, la fiesta, las risas, las bromas, bailar... y todo lo que me ha gustado hasta ahora, doy gracias a Dios por haberme regalado esta vida tan genial, tan llena de amor, de amigos, de una familia inmejorable, de una mujer increible, de tantas cosas que no soy consciente.
Tambien gracias a todos los que en algun momento os habeis cruzado en mi vida.
domingo, septiembre 21, 2008
domingo, septiembre 14, 2008
SICILIA IV. De paso por Catania y Taormina la fashion.
Dejamos atrás la humareda del vulcano y proseguimos ruta hacia Catania. Después del algun lío de calles y peligrosas infracciones no intencionadas llegamos a la ciudad, que la verdad se a dicha, no era una maravilla. Comimos de lo lindo, eso sí: arroz negro y fideos con marisco. Luego visitamos el centro histórico entre iglesias renacentistas y barrocas. El calor nos atacaba de nuevo y decidimos seguir avanzando rumbo a Taormina.
Todavía no los sabíamos, pero ese pueblo enclavado en la montaña frente al mar, de apariencia tranquila, escondía dentro de sí un "pijerío macarrónico" que superpoblaba su calle principal de tiendas fashion muy caras y de sicilianos/as con pasta y un más que probable cáncer de piel. Seguramente algunos eran guapos/as pero se escondían tras unas gafulas Ray-Ban estilo mosca tse-tse, vestiditos de punta en blanco y camisas cuellolargo; debe ser una vestimenta de carácter popular y con gran tradición pues casi todos la llevan.
A pesar de eso encontramos rincones preciosos, nos entretuvimos horas con los pintores de la calle, visitamos el teatro griego y también supimos escaparnos a la "soledad"(je, je) de les Gole d'Alcantara, a playas de agua cristalina y guijarros y acabar de bronceranos antes de retornar a Barcelona en un avión plagado de siciliani que tenían como principal objetivo arrasar en Salou i Lloret de Mar.
jueves, agosto 28, 2008
SICILIA III. La bella Siracusa
En el extremo suroriental de la isla se encuentra Siracusa y unida a ella la isla de Ortigia. Allí estaba nuestro hotel, Des estrangers et Miramar, un antiguo palacio. En los 8 minutos que tardamos en dejar las maletas y presentar-nos en recepción nos ganamos una multa. Casum l'olla!
Estuvimos paseando por la ciudad, acalorados bajo un sol de justicia. Por la noche, la ciudad se tornaba efervescente y bares y restaurantes aparecían por todas la callejuelas. Las dos noches el mismo menú: fruta i galletas. El sábado nos acercamos a las ruinas griegas. Un teatro y la cueva conocida como la oreja de Dionisio. Seguimos la ruta entre el templo de la Lágrima, el museo arqueológico y las farmacias. Teníamos tiempo y decididos acercarnos a Noto. Aquello parecía el infierno. El corte de digestión al salir del restaurante no nos permitió gozar del barroco. A 45ºC a quién le interesa el arte. No podíamos más, necesitábamos una playa donde refrescar nuestro cuerpo y nos fuimos con el coche hasta l'Arenella. Allí, después de un buen baño en aguas transparentes, pude demostrar mis dotes de escultor ganando alguna fan (de 4 años claro).
A la mañana siguiente nuestro destino tendría nombre de volcán: el Etna.
lunes, agosto 25, 2008
SICILIA II. Tropo caldo in Agrigento
Bajamos al Sur, que es como ir cuesta abajo. Dejamos atras Corleone y cualquier mafioso que puediera haber por ahí. Por el camino, mucho conductor loco en la carretera. Nada que nuestra maquina no puediera resistir. El destino era Agrigento donde se encuentran el famoso Valle dei templi. Después del lío para encontrar el hotel, en el feísimo pueblo de Village Mosé, nos decidimos a pasear por la parte medieval de la ciudad. Era mediodía y no había ni un alma por las callejuelas. Nos refugiamos en una terraza a comer un panino y recuperar fuerzas. En plena digestión decidimos aventurarnos al ver las ruinas griegas. 40ºC y un sol abrasador caían en nuestra cabeza. Varios templos de piedra caliza esparcidos por las montañas desdibujaban sus ruinosas siluetas contra el cielo azul. La imaginación retrocedió más de veinte siglos. Qué delicias entre peristilos, tímpanos, columnas y capiteles! Oh dioses, tened piedad de estos mortales abrasados!!! implorabamos mientras íbamos buscando las pocas sombras que había. Rematamos la jornada en la playa y cena de pizza y pasta. Al día siguiente huímos dirección a Siracusa con parada previa en Ragusa.
SICILIA I. Palermo, il decadente.
Con nuestro Alfaromeoturbodieselde4tubosdeescape nos adentramos en la locura del tráfico palermitano. Encontrar el hotel y disponernos a recorrer la ciudad. Fue como retroceder en el tiempo. Llena de vida en sus calles se contraponía la inquietante decadencia de sus edificios, antiguos palacetes y casas que literalmente se caían. Pero escondidas, como esperando ser descubiertas, se encontraban pequeñas plazas y callejuelas, robustas iglesias barrocas, bares y mercadillos rebosantes de actividad y multiracialidad. La capilla palatina del Pallazzo Normanni una delicia del mosaico bizantino, il Duomo por fuera, pasear por la Vucciria y cenar detras de San Domenico, la chiesa de San Giovani con sus cúpulas a la manera de mezquita y una escapada al pueblo de Cefalú a 45km. Antes de alejarse de la capital siciliana hay que visitar Monreale, con la bellisísma iglesia y un claustro interesante pero menos de lo que vale el tiquet de entrada... y como no empezar a deleitarse con los helados italianos, en especial el de anguria (sandía).
Tercer dia.. ya vamos rumbo al sur.
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