martes, diciembre 23, 2008

La suerte de estar embarazada en Navidad

Prácticamente ya estamos en Navidad. El anticipo son las numerosas cenas de empresa, el amigo invisible, lucecitas, encuentros con los amigos, los turrones en el súper... A partir del 24 por la noche empieza el maratón de comilonas y encuentros varios siempre rodeados de copiosas comidas, turrones y los sublimes polvorones. El que se despista empieza el año con un par de quilos más y pa reyes llega al tercero. Ni el propósito de Año nuevo de ir al gimnasio le salva a uno de michelín navideño. Pero la cosa cambia si estás embarazada. Punto número uno: estás gorda con motivo. Segundo: puedes comer todo lo que quieras o dejar de hacerlo, eres mamá y todos deben respetarte. Tercero: no te gastarás 50 euros en la fiesta de fin de año por mucha barra libre que haya. En cuarto lugar, alegando a tu estado puedes escaquearte de cuanto quieras (comidas largas, recoger la mesa...). Y para acabar, además de ser el centro de atención recibirás más regalos que nadie, aunque sean para la personita que llevas dentro.

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